Distancia: 27,25 km
Tiempo: 06h 26'
Hora inicio: 08:14
Desnivel de subida: 436 m y 20 m
Desnivel de bajada: 295 m y 596 m
Ritmo promedio: 14,12 min/km
Velocidad promedio: 4,2 km/h
Desplazamiento: en un coche hasta Villamayor y en otro hasta Belmonte
Después del cambio de
planes, afrontamos la etapa de hoy, doble camino pero con alternativa corta en
la segunda de ellas. Hacemos Villamayor-Dolia-Belmonte, desde el concejo de
Teverga hasta el de Belmonte.
El primer problema es
el desplazamiento, para ir hasta el punto de salida el camino más corto es por
Teverga, lo que sucede es que los dos primeros kilómetros de esta etapa de hoy
son los dos últimos de ayer. Si los evitamos y salimos desde los puertos de
Marabio, lo más importante es el ahorro de tiempo en el desplazamiento, ya que
vamos por Grado hasta Villabre y luego al punto de partida, y lo mismo sucede
al volver por el coche que dejaremos aquí. Ahorro considerable de tiempo. Por
ello acortamos la etapa en 2 kilómetros. Haremos casi todo el recorrido por el
Camín Real de la Mesa, de hecho, los mojones son nuestra guía entre la niebla.
Nos perdimos varias veces por falta de visibilidad, pero el track nos devolvió
sin problemas a la senda correcta.
A las 8:15 nos
ponemos en marcha. Día fresco y frío por momentos, nos abrigamos más que en
otras etapas, casi no vimos el sol, muchas nubes y gran parte de la ruta caminamos
entre niebla, ello nos privó de las maravillosas vistas de la zona. El inicio
es en ascenso, no muy duro, primero por pista de piedras y luego por majadas.
Pasamos con
visibilidad las brañas de Vicenturo y Campa Cueiro (punto de confluencia de los
concejos de Grado, Belmonte, Somiedo y Teverga); grandes y hermosas, más
propias de tierras de Castilla que de Asturias. En el Cantu la Bubia de Fuexus
paramos a comer un pincho, aquí nos incorporamos al Camín Real de la Mesa hasta
Dolia.
Siempre entre majadas
y sin ver nada avanzamos hasta llegar a la carretera de Ondes, ya no la
abandonamos hasta Dolia, en el alto de La Corredoria tenemos dos opciones y
optamos por la de la izquierda. Llegamos al final de la primera etapa, entramos
en el bar del pueblo regentado por una agradable pareja, estaban solos y
picamos unos chorizos con quesu afuega’l pitu, acompañado por unos vasos de
vino y café. Aparte de estar muy bueno nos supo de maravilla. Charlamos
bastante tiempo y nos explicaron como es la zona. Y pagar, pues aparte de
bueno…barato.Seguimos camino a Belmonte.
Hay tres opciones, teníamos decidido seguir por la más corta por cuestión de
tiempo y de visibilidad. Así que recorrimos sin problemas algo más de 5
kilómetros por la Braña de Covasil, desde la falda del picu Cervera hasta
llegar a Belmonte.
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